Bajo
s aceras se desprenden los pasos que iniciaran el nuevo camino, me acompañan
las intenciones y la fuerza que se proyecta desde la propia conciencia…
es el momento exacto en donde se lanzan las agonías al vuelo sin retorno, para
buscar la vida deslumbrada por los colores fugaces que imploran su propio
nacimiento, y que nos llevan al renacimiento desde la muerte inmoral...
Hoy, contemplo la salida del sol con la perfección de lo virginal, de lo no
vivido, y estas letras recorren cada centímetro de buena vida para despertar de
su agonia injustificada...
Mis letras presentes, comienzan la sinfonía más perfecta, y mágicamente
entrelazan sus formas hasta caer en una danza de sensaciones sublimes, fugaces
y hermosas...
En este instante descubro la realidad y vuelvo a nacer desde la distancia,
desde el olvido y desde los espacios en los que me reencuentro con el
nacimiento póstumo...
Aquí,
eterno y junto al ritual que dicta mi copa de vino, me embriago de la
exquisitez de la soledad, y escapo a las cadenas emocionales, en donde nada
perturba la existencia de este viajero constante, y es esa constancia, arma
indestructible, la que me llama desde la convicción mas profunda al lanzamiento
de mis pasos hacia la belleza de la libertad…
En esta noche, la sangre de mis dedos manifiesta en su vuelo encantado la
plenitud de lo vivido, de lo aprendido, de las caídas y de todo lo que este
espacio y sus inmortales lectores han sido testigos…
Hoy lanzo mi homenaje a la vida, a la belleza de tener la posibilidad de
plantearme ante el mundo, con todas las formas y rostros que llevo y los que he
querido ser, humilde actor sin escuela que ha tomado la infinidad de lo
existente como punta pies de lo creado, para ser quien se quiere ser, e
inventarse y reinventarse por veces incontables...
Hoy lanzo mi manifiesto por la libertad creadora, por la libertad de escribir,
cantar, danzar, pintar llorar y sonreír por cada centímetro de vida…
Lanzo mi manifiesto por la convicción profunda de que siempre hay un camino
para abandonar la rutina de las lagrimas, de las muertes fugaces que perturban
un buen día…
Hoy canto, cuento y presento ante todos, que nada nos impedirá cobijar en el
alma la posibilidad de gritar y sumergirse en la belleza de la vida, en los
detalles que nos llevaran a entender que todo, hasta los detalle más fugaces
valen la pena, y que mirar a la vida con ojos desafiantes, con la convicción de
que todo puede ser mejor, es lo que en cada segundo nos seguirá poniendo de
pie... Siempre...
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